lunes, 29 de octubre de 2007

miércoles, 24 de octubre de 2007

Algunos estilos del jazz


El Bebop
A principios de la década de los cuarenta el jazz se estaba acomodando en un obsoleto circulo de música comercial propiciado por varios cientos de orquestas de baile, en las que el jazz brillaba por su ausencia. La era del swing, ese estilo de jazz inventado veinte años atrás, había sido exprimido hasta el limite de sus posibilidades y los grandes solistas de entonces sólo hacían repetir, eso sí con gran maestría, las mismas formulas musicales una y otra noche. Y eso a pesar del esfuerzo de músicos de swing empeñados en buscar algo más. Buscaban otro sonido y no lo encontraron.
En Harlem (New York) corría el año 1940, y había un club en la calle 118 que se llamaba "Minton's Playhouse". Lo regentaba un hombre llamado, Teddy Hill que tuvo la feliz idea de abrir ese local todas las noches a horas en que los demás clubes de New York cerraban sus puertas y consiguió reunir noche tras noche a los músicos de jazz de la ciudad que se enfrascaban, liberados del corsé de las actuaciones en sus respectivas bandas, en interminables y memorables "jam sessions". Allí germinó un sonido nuevo, un repertorio de temas disonantes con melodías llenas de saltos bruscos y que expresaban un concepto distinto de la estética melódica al uso. Nació el bebop
Así pues, estos buscadores del nuevo sonido bautizado como "bebop" o "bop" entre los que se encontraban Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Thelonious Monk, Charlie Christian, Bud Powell o Kenny Clarke entre otros consiguieron realizar una revolución melódica, armónica y rítmica y lo más importante, que no estuviera exento de swing. Alguien, alguna vez pregunto a Charlie Parker, que significaba la palabra "bebop". Charlie, tan sarcástico como siempre, contestó que se les había ocurrido porque aquella palabra sonaba igual que la porra de un policía en el cráneo de un negro. Cierto o no, lo seguro es que el sonido inventado por el tandem Parker-Gillespie puso las base de todo el jazz moderno.



Jazz Contemporaneo

La música originaria de los arrabales de New Orleáns esta absolutamente consolidada y una enorme masa de músicos, compositores, cantantes y arreglistas utilizan los caminos del jazz para expresar un sentimiento que ha sido capaz de soportar no solo el paso del tiempo, sino que lo ha hecho arropado de ideas, conceptos y estilos distintos entre si, pero con un denominador común: el swing no ha envejecido. En las dos ultimas décadas del siglo XX el jazz ha conocido nuevas formas y nuevos músicos y lo mas importante: su música ha arraigado entre los mas jóvenes una vez que el fenómeno del rock y del pop han amainado.
Quizás la figura mas importante que encarne todo ese movimiento sea el trompetista Wynton Marsalis; objeto de controversia desde su aparición a finales de loa años ochenta, Wynton Marsalis es para unos el reflejo de una sociedad estancada, incapaz de perdurar; para otros sin embargo es el músico mas importante de jazz surgido en los últimos treinta años.


El swing

El swing nace en 1924 cuando un joven cornetista de New Orleáns, llamado Louis Armstrong, se incorpora a la banda de Fletcher Henderson. En aquella banda había un arreglista llamado Don Redman que fue quien escribió los arreglos para el sonido sinuoso y rítmico de aquella corneta. Sin embargo fue el clarinetista Benny Goodman quien se llevó los laureles cuando en 1938, tras su histórico y memorable concierto en el Carnegie Hall de New York fue aclamado por publico y medios de comunicación como "El rey del Swing", y paradojas de la vida, tocando las composiciones que Fletcher Henderson creó con anterioridad en su banda.

jazz Dance


El término jazz es una etiqueta que ponemos a las danzas de los espectáculos de Broadway, de los videos de MTV, de compañías de danza de concierto como la de Hubbard Street, de los bailarines callejeros, de los grupos de danza drill1 y de los bailarines de tap.
A pesar de que estos tipos de baile parecen ser muy diferentes, tienen una raíz común.Los elementos de la música jazz son la síncopa, el estilo individual y la improvisación. La danza original tomó estos mismos elementos. La síncopa es el elemento que le da a la música y a la danza su sabor y su emoción.
El jazz no es ni monótono ni árido, pues está lleno de cambios inesperados y repentinos. Los diversos tipos de danza jazz surgieron del énfasis en la importancia del estilo individual y de la improvisación. Como lo que hemos observado en los bailarines de hip-hop de hoy, el jazz subraya la expresión individual. Cada maestro, bailarín y coreógrafo aporta un estilo único a la gran mezcla. Aquí la conformidad se desaprueba por completo.
Junto con la síncopa y la expresión individual, la conexión con la música es otro elemento del jazz. La música y la danza van de la mano. La danza expresa la música sin importar si ésta es jazz, blues o rap.La danza drill comenzó en los Estados Unidos en 1932. Los grupos que la practicaban mezclaron el orden y la perfección de los grupos militares y los de las rutinas interpretadas en el medio tiempo de los partidos de fútbol con el jazz.
Este estilo de danza se caracteriza por la búsqueda de la perfección en la ejecución de los pasos por todos los integrantes del grupo, por la formación rígida y, en ocasiones, por la igualdad de apariencia entre sus miembros.

Desarrollo


Posteriormente, inaugurando la época del swing, (1923-1939) llegó King Oliver, con su "Creole Jazz Band" y grabó entre otras composiciones "Dippermouth Blues". Los tres solos a corneta de esa pieza, además de ser el punto de inflexión entre la música callejera y el jazz, fueron imitados sin contemplaciones hasta mucho tiempo después por un gran número de músicos. Louis Armstrong - segunda trompeta de su banda y discípulo suyo- retomó en la orquesta de Fletcher Henderson el estilo, el virtuosismo y la flexibilidad rítmica de Joe Oliver, superándolo y marcando un camino imborrable en el tiempo. Otro gran iniciador del camino de la improvisación fue Sidney Bechet, virtuoso del clarinete y el saxofón soprano, precursor del "solo" en el jazz, que también en 1923 cautivó a los oyentes de la nueva música con sus grabaciones de Wild Cat Blues, Kansas City Man Blues, y en especial, el magistral House Rent Blues.
Durante finales de los años veinte y hasta mediados de la década del 40, fueron las grandes bandas quienes dominaron la escena musical. El Swing se caracterizó por su carácter melódico que permitió que fuera una música perfecta para el baile por lo que su penetración mundial fue acelerada. Las composiciones seguían un formato escrito y no se daba gran libertad a la improvisación aunque esta no fuera la regla. En principio las grandes bandas eran raciales pero finalmente se fueron integrando músicos blancos y negros. Los más famosos directores de estas grandes bandas fueron Fletcher Henderson, Count Basie, Duke Ellington, Benny Goodman, entre otros.
El
bebop (1940-1950), la revolución musical base de todo el jazz moderno, coincidió con la huelga de grabaciones que desde el 1 de agosto de 1942 hasta noviembre de 1944 llevaron a cabo todos los músicos organizados en torno a la Federación Estadounidense de Músicos (AFM). El efecto más perverso de esa huelga fue retrasar oficialmente el nacimiento de aquella nueva música que se estaba gestando en el norte del barrio de Harlem y en torno a un club ya histórico y desaparecido: El Minton's Playhouse de Harlem, en Nueva York. Charlie Parker fue el gran gestor de este género musical.
El
cool o West Coast jazz, y el hardbop (1951-1969) convivieron durante este periodo de tiempo en una pugna por la hegemonía musical del jazz. Mientras en la Costa Oeste de Estados Unidos, Lennie Tristano, Lee Konitz, Dave Brubeck, Paul Desmond y otros músicos generalmente blancos le daban al jazz una impronta estilísticamente más culta, y presuntamente más funcional, en la Costa Este surgió con enorme fuerza alrededor del batería, Art Blakey, Horace Silver y los Jazz Messengers, un estilo que los negros neoyorquinos no dudaron en considerarlo no sólo como una respuesta al presunto amaneramiento del jazz, sino como legitimo heredero del bebop. Luego llegaron al jazz aires renovados que inauguraron toda una época: llegó el jazz libre o freejazz. Ornette Coleman fue acusado por los puristas de asesinar al jazz, pero cuando Miles Davis, entró en ese terreno con discos y aventuras musicales eléctricas, las críticas no sólo terminaron, sino que se volvieron alabanzas. John Coltrane, quien formó parte de algunas formaciones lideradas por Davis, es otro de los músicos insoslayables de este lenguaje musical.
En los
años 1970, el jazz se mezcló con el rock para dar lugar a agrupaciones como Mahavishnu Orchestra, Weather Report, Return to Forever, bandas integradas por muchos de los músicos que habían participado del disco Bitches Brew de Miles Davis, representantes de un estilo llamado fusión o Jazz Rock. Ellos son: John Mc Laughlin, Chick Corea, Herbie Hancock, Dave Holland, Wayne Shorter, Ron Carter, Joe Zawinul, Jack DeJohnette, Billy Cobham, Lenny White. Si bien la moda del jazz-rock pasó, estos músicos desarrollaron -con algunos altibajos- carreras interesantes. Desde esa década -y hasta el presente-, aparecieron otros nombres: Jaco Pastorius -muerto trágicamente en 1987, víctima de un custodio de un bar-, Michael Brecker y su hermano Randy Brecker, Pat Metheny, Bill Frisell, Mike Stern, David Fiuczynski, Esbjörn Svensson Trio, etc.

Como nace el jazz


El nombre
La palabra jazz, referida a un género musical, aparece escrita por primera vez el 6 de marzo de 1913 en el periódico San Francisco Bulletin, cuando, al reseñar el tipo de música ejecutada por una orquesta del ejército, señaló que sus integrantes entrenaban a ritmo de ragtime y jazz.[1] En estos primeros años, la forma del nombre oscila entre jaz, jas, jass, jasz o jascz, y, según Walter Kingsley, colaborador del New York Sun, "el término es de origen africano, común en la Costa del Oro africana y en las tierras del interior." [2] No obstante, puede también que fuese un término originario del minstrel o del vodevil, o incluso del mundo árabe. Varios autores han subrayado también su relación con el acto sexual en el argot norteamericano.
El primer disco en el que apareció la palabra jazz como definidora de la música en él contenida lo grabó la
Original Dixieland Band en enero de 1917 en Nueva York; durante ese año, además, se popularizaría el término, que probablemente se había convertido ya de uso común en la lengua oral entre 1913 y 1915.


Concepto
El jazz se caracteriza por eludir la ejecución de las interpretaciones a partir de la lectura fiel de una partitura (sin que ello quiera sugerir que sus músicos no dominan el lenguaje musical): la base de la interpretación jazzística y, consecuentemente, del estilo, es la improvisación, aunque en sí misma no sea la única característica definitoria del jazz; en cualquier caso, excepto en algunos casos de free jazz o de jam session, donde sí puede darse el caso de que no se trabaje sobre ningún tema ya conocido, improvisar significa que el intérprete recrea libremente el tema en cada ejecución del mismo sobre una determinada estructura armónica, ya sea en directo o en un estudio de grabación: la melodía es solo un pretexto para desarrollar una posible interpretación de la misma. En este sentido, la música de jazz se centra más en el intérprete que en el compositor.
La
improvisación diferencia de forma primordial al jazz de otros estilos musicales de la tradición musical occidental, como la música clásica europea (aunque la improvisación también formase parte importante de la música clásica durante el periodo barroco, cuyos compositores dedicaron horas de estudio a las variaciones). En este sentido, el jazz recupera en la música occidental la improvisación como esencia musical, como existe en la mayor parte de las tradiciones musicales de origen no europeo, de las que también bebe el jazz, especialmente de los ritmos africanos, con predominio del uso de síncopas y de determinadas formaciones orquestales.
En cuanto a su repercusión pública, la subordinación de la
melodía, el factor más valorado, por ejemplo, en la música pop, a la libertad creativa del artista, ha alejado históricamente al jazz de una presencia comercial masiva.
El formato de los temas jazzísticos es, en la mayoría de las interpretaciones, el del
blues y el de la canción popular.
El patrón subyacente sobre el que se delinean
melodías sincopadas y figuras rítmicas (frecuentemente, un ritmo aditivo[3] ) es metronómico y la organización armónica tonal emplea frecuentemente la escala del blues con fines melódicos. Son habituales recursos como las blue notes, las síncopas, los ritmos múltiples, los vibratos, los glissando...
El jazz es habitualmente interpretado por formaciones en las que destaca un instrumento solista acompañado de una sección rítmica (al menos, una
batería, un contrabajo o bajo eléctrico y algún instrumento armónico como el piano, el banjo o la guitarra). Las formaciones pueden ser muy variables, desde solistas sin acompañamiento, grupos de solistas sin sección rítmica hasta las grandes Big Bands en las que la improvisación juega un papel secundario. La libertad interpretativa, que es definitoria del jazz, ha llevado al uso de un término histórico, swing, como sinónimo de una determinada calidad rítmica que es percibida de una forma completamente subjetiva en algunas interpretaciones, de las que se puede decir que tienen swing como un elogio.

lunes, 22 de octubre de 2007

Historia del jazz



La palabra jazz, referida a un género musical, aparece escrita por primera vez el 6 de marzo de 1913 en el periódico San Francisco Bulletin, cuando, al reseñar el tipo de música ejecutada por una orquesta del ejército, señaló que sus integrantes entrenaban a ritmo de ragtime y jazz.

Musicalmente, el jazz nace de la combinación de tres tradiciones: la autóctona estadounidense, la africana y la europea.

La comunidad afroamericana del sur de los Estados Unidos desarrolló su expresión musical a través de la improvisación creativa sobre el material que le proporcionaban las músicas religiosas (especialmente, los bailes y rituales vinculados al vudú) y seglares propias traídas de África, la tradición instrumental de las orquestas estadounidenses (sobre todo, las bandas militares) y las formas y armonías de la música europea.

Estas primeras manifestaciones musicales afroamericanas eran una mezcla de ritmos e instrumentos asociadas a la vida de los esclavos, por lo tanto interpretadas como canciones de trabajo y de diversión colectiva. La improvisación es ya, en estos primeros momentos, un componente esencial de estas músicas, que las contrapone a la música compuesta de los blancos.

Los esclavos fusionaron muchas de sus tradiciones africanas con el cristianismo protestante que les impusieron sus amos, lo que constituyó el caldo de cultivo apropiado para el desarrollo de los espirituales. Es importante observar el hecho de que, a pesar de las divergencias en ritmo, armonía y estilo interpretativo, la tradición musical europea que los esclavos conocieron en Estados Unidos ofrecía puntos de contacto con su propia tradición: así, la escala diatónica era común a ambas culturas. Si a esto se le añade el relativo aislamiento cultural en que vivía gran número de esclavos y la tolerancia de los amos respecto de su música, la consecuencia fue que pudiesen mantener íntegro gran parte de su legado musical en el momento de fusionarse con los elementos compatibles de la música europea y estadounidense, con lo que se consiguió un híbrido con notable influencia africana.